Así se consignó en una carta dirigida al representante especial del secretario general de Naciones Unidas en Colombia, Carlos Ruiz, y a la Conferencia Episcopal, entidades acompañantes del proceso que antes dirigieron una comunicación a la delegación solicitándole la reanudación de las conversaciones.
Los representantes del Gobierno en las pláticas escribieron en su misiva estar conscientes de que se agota el tiempo para preparar las condiciones necesarias para una nueva prórroga del cese al fuego, que oficialmente concluye mañana.
Por tal motivo, explicaron, coinciden con la solicitud hecha por el representante de la ONU y la Iglesia católica de hacer una extensión técnica de cese al fuego que permita desarrollar el encuentro de las jefaturas de las delegaciones.
La iniciativa de aplicar la mentada extensión fue una recomendación realizada a la delegación del Gobierno por los acompañantes de las negociaciones, quienes expresaron en su misiva que el propósito sería facilitar el avance de los preparativos para la celebración de la reunión extraordinaria, en la cual se podrían abordar los temas de fondo del proceso.
“Agradecemos profundamente la confianza depositada en nosotros y hacemos un respetuoso llamado a las partes para que consideren positivamente nuestra sugerencia.
El objetivo es reanudar un diálogo directo que esté a la altura de las expectativas que la sociedad colombiana ha depositado en la mesa de diálogos”, aseguraron ambos entes.
El llamamiento de la ONU y la Iglesia católica se difunde en un momento de tensión entre las partes negociadoras.
A escasas horas de que culmine el plazo estipulado para el cese al fuego, no hay claridad acerca del futuro inmediato con respecto a la suspensión de las hostilidades, en tanto la mesa de conversaciones está congelada y cada una de las partes señala a la otra de incumplir con los compromisos acordados.
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