Así lo manifestó el diplomático durante la reciente celebración de la Fiesta del Trono, festividad nacional marroquí, donde ratificó la voluntad de su país de iniciar acciones en favor de la Cuba, que le permitan beneficiarse de la experiencia en diversos ámbitos como la agricultura y el turismo.
En la ocasión, el embajador se refirió al importante papel que tienen el trono y la monarquía en el Estado marroquí, símbolo de su soberanía y garante de su unidad.
Según información divulgada por la embajada, el jefe de la misión diplomática subrayó que este nuevo aniversario refleja la solidez y firmeza de los lazos que unen al pueblo marroquí con el trono.
Asimismo, consideró que la festividad constituyó la oportunidad ideal para rendir homenaje y reconocimiento a un soberano visionario y unificador.
En este sentido, destacó la labor realizada por Mohammed VI, rey de Marruecos, para fortalecer las instituciones democráticas, promover la independencia de la justicia y la libertad de expresión marcando un liderazgo visionario y comprometido con el desarrollo integral de la nación.
Señaló que Marruecos goza hoy de una imagen muy positiva en la esfera mundial gracias a la diplomacia activa basada en la promoción de la paz, la tolerancia, el diálogo, la apertura, la cooperación de beneficio mutuo, estabilidad y solidaridad.
Cuba y Marruecos restablecieron relaciones diplomáticas a nivel de embajadores en abril de 2017, luego de 37 años de la ruptura decretada unilateralmente el 22 de abril de 1980 por el Gobierno de Rabat, ante el reconocimiento de la Isla a la República Árabe Saharaui Democrática.
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