Según sus datos, este año se han abierto nueve casos, y uno en 2023.
Los agentes son sospechosos de poner en peligro la vida y la salud de los migrantes.
Rzeczpospolita recuerda que, desde principios de este año hasta finales de junio, los guardias y militares polacos que vigilan la frontera utilizaron armas de fuego al detectar migrantes ilegales mil 300 veces, y realizaron disparos de advertencia al aire.
En 2023, sólo hubo 320 casos de este tipo.
La publicación señala que los migrantes son cada vez más agresivos con los militares y guardias fronterizos polacos, y utilizan cuchillos, lanzas caseras y tirachinas.
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