El Rey de esta cita cuatrienal completó su hazaña al imponerse en la final de los 200 combinado, con nuevo registro para citas estivales (1:54.06 minutos), otra cota que le quita al excepcional estadounidense Michael Phelps (1:54.23 en Beijing 2008).

Previamente Marchand ostentaba los títulos en 200 mariposa, 200 pecho y 400 combinado, con lo cual cumplió la ambiciosa meta que se trazó antes del comienzo de los Juegos.

Los otros dos cetros de la jornada fueron para Australia, que de esta manera se ratificó en la punta del medallero con siete metales áureos, cinco plateados y uno bronceado, mientras que Estados Unidos exhibe 4-11-6.

Kaylee McKeown ganó la final de 200 metros espalda femenino, donde además implantó récord para este tipo de lides.

La actual plusmarquista mundial de la especialidad nadó en dos minutos, tres segundos y 73 centésimas, mucho mejor que el 2:04.06 de la estadounidense Missy Franklin en Londres 2012.

Por último, la prueba reina de los deportes acuáticos vio ganar al australiano Cameron McEvoy con un tiempo discreto de 21.25 segundos, pero suficiente como para llevarse el oro.

El británico Benjamin Proud se llevó la plateada en los 50 metros libre con 21.30, y con bronce quedó el local Florent Manaudou con 21.56.

Además se compitió en 200 combinado y 800 libre femenino, 100 mariposa masculino y el relevo 4×100 mixto.

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