Durante reuniones con altos funcionarios libaneses, el representante de la ONU destacó el riesgo de una conflagración más amplia y pidió máxima moderación y el cese de los actuales e intensificados intercambios de fuego a través de la Línea Azul.
En su recorrido por la sede de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas (Unifil) en Naqoura, Lacroix conoció de las últimas novedades sobre la situación en la zona de operaciones y a lo largo de la Línea Azul, así como las medidas de la misión para evitar una mayor escalada.
Al dialogar con los cascos azules, destacó el papel desempeñado por los dirigentes de la Unifil y sus miembros para garantizar el enlace entre las partes, mitigar el riesgo de errores de cálculo y evitar una mayor escalada en estos tiempos tan difíciles.
En este punto, insistió en intensificar los contactos con las autoridades de las dos partes con el objetivo de alentar el retorno al cese de la confrontación y un nuevo compromiso con la Resolución 1701 como vía hacia una solución diplomática a largo plazo.
A propósito, subrayó que los acontecimientos actuales demuestran aún más que esta resolución es aún más pertinente ahora y constituye el marco adecuado para avanzar hacia un alto el fuego permanente.
En este sentido, aseguró que la ONU seguirá apoyando a las partes y facilitando cualquier esfuerzo para lograr una paz y estabilidad duraderas a lo largo de la Línea Azul.
La visita del secretario general adjunto de Operaciones de Paz coincidió con la agresión israelí al suburbio sur de Beirut este martes, que asesinó a cinco civiles, el comandante de la Resistencia de Líbano, Fouad Shukr (Hajj Mohsen), y el asesor iraní Milad Bedi.
Israel recurrió a su táctica terrorista contra Estados o individuos, asesinó a dos dirigentes del eje de la Resistencia en Beirut y Teherán y aumentó las tensiones en Medio Oriente, según coincidieron políticos y líderes de la región al comentar los recientes acontecimientos.
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