El expresidente reconoce en una misiva de tres páginas conocida esta jornada, que si es detenido a su entrada a este país, tal y como exige una orden de detención nacional en su contra, su estancia en prisión podría ser larga.
Puigdemont quedó fuera de una lista de personas que fueron beneficiadas con una ley de amnistía aprobada recientemente por el Congreso de Diputados y sobre él pesa una acusación por el delito de malversación.
Afirmó que de ninguna forma permitirá que su eventual encarcelamiento sea utilizado para abandonar ninguna decisión política que implique renunciar a la lucha por la independencia de Cataluña, afirmó aquí la prensa capitalina.
La carta de Puigdemont, quien dirigió Generalidad de Cataluña de 2016 a 2017, se conoce después que las bases de Esquerra Republicana de Catalunya avalaron, con un 53,5 por ciento, votar por el socialista Salvador Illa como presidente de esa autonomía.
En octubre de 2017, dirigió la organización de un referendo ilegal sobre independencia de Cataluña y un posterior proceso de declaración unilateral de soberanía.
Instalado en Bélgica, luego de ser acusado aquí de rebelión, sedición y malversación, el expresidente catalán se presentó a las elecciones del Parlamento Europeo de 2019 y fue elegido como diputado de ese órgano.
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