La víctima fue reconocida como Édison Ferdinand Cedeño, quien recibió varios disparos que causaron su deceso.
Medios locales de prensa revelaron que Cedeño era dueño de una empresa embotelladora de agua y fue atacado en el exterior de su domicilio por dos sicarios en una motocicleta.
De forma preliminar se conoce que Cedeño habría recibido un panfleto firmado por un grupo armado, donde le exigían 10 mil dólares, pero él se negó a pagar.
En Ecuador, siete provincias, incluida Guayas, se encuentran bajo estado de excepción y, además, rige desde enero la declaratoria de conflicto armado interno, una disposición con la cual el presidente Daniel Noboa busca frenar la inseguridad y el crimen organizado.
En medio de ese contexto, el Gobierno ecuatoriano se contradice hoy con las cifras sobre la violencia que azota al país andino.
El pasado jueves, el Ejecutivo evaluó la situación de seguridad en el país y concluyó que el mes de julio fue el menos violento de este año con una reducción del 27 por ciento de las muertes violentas a nivel nacional.
Sin embargo, un boletín de la Secretaría de Comunicación de la Presidencia contradijo lo afirmado por la ministra del Interior Mónica Palencia.
Con un gráfico que cita como fuente la Dirección Nacional de Investigación de Delitos contra la Vida (Dinased) de la Policía, la Secretaría mostró que julio no es el mes menos violento en lo que va de este año, sino que es el segundo con más homicidios.
De acuerdo a la información presentada, julio acabó con 580 asesinatos, 14 homicidios menos que junio. Además, la imagen mostró que el mes de este año con menos crímenes contra la vida fue febrero, con 368 víctimas.
No obstante, Palencia reconoció que la situación de violencia en Ecuador es cíclica y destacó que en los primeros siete meses del año hubo una reducción del 17 por ciento de los asesinatos.
Pese a los datos que el Ejecutivo divulga, persisten los hechos delictivos y los reclamos para adoptar medidas urgentes e integrales para poner freno a la crisis.
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