«La acción del presidente autoriza al Departamento de Seguridad Nacional, a la Agencia Federal de Gestión de Emergencias, a coordinar todos los esfuerzos de ayuda en caso de desastre”, subrayó un comunicado de la Casa Blanca.
El Centro Meteorológico Nacional advirtió que las aguas cálidas de la costa del Golfo podrían fortalecer la tormenta hasta convertirla en huracán antes de que toque tierra en esa parte del país.
También se emitió el domingo una alerta de tornado para la mayor parte de la península de Florida y zonas del sur de Georgia. Más de 13 millones de personas, incluidas las ciudades de Tallahassee, Jacksonville, Tampa y Orlando, están bajo alerta.
Se prevé que Debby se intensifique rápidamente esta noche y sea un huracán antes de que toque tierra mañana temprano.
Medios locales señalaron que la principal amenaza de esta tormenta sigue siendo las inundaciones, tanto por marejadas de hasta tres metros de altura como por lluvias torrenciales.
El gobernador Ron DeSantis dijo en una conferencia de prensa que activó la Guardia Nacional de Florida para que esté lista ante cualquier emergencia.
DeSantis pidió a los residentes del estado estar preparados por el avance de Debby y auguró, entre otras afectaciones, cortes de energía, “particularmente en partes del estado como aquí en Tallahassee (capital de Florida)”.
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