La cancha Philippe Chatrier será testigo de un choque generacional entre el balcánico de 37 años, el máximo ganador de torneos Grand Slam con 24, y el ibérico de 21 años, quien ya atesora cuatro «grandes», dos de ellos conquistados en 2024.

En la catedral de la arcilla, el escenario del Roland Garros, también se inclinará el duelo particular, que marcha empatado 3-3 entre los colosos del llamado deporte blanco.

Djokovic tiene un rico palmarés, pero en sus vitrinas falta la gloria olímpica, para la cual París 2024 es tal vez su último tren, con un bronce en Beijing 2008 como recompensa única bajo los cinco aros.

Bastaría para ilustrar el nivel del soñado duelo con señalar que de los últimos nueve Grand Slam jugados, solo el Abierto de Australia del pasado enero (Jannik Sinner) escapó de la sonrisa de los dos tenistas, con cuatro triunfos para cada uno.

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