A sus casi 31 años algunos pensaron que podía ser su despedida, pero nada de eso, y por si acaso se planta en la final de los 50 metros estilo libre con el récord olímpico (23.66 segundos) que marcó hace apenas dos días.
Para intentar aguarle la fiesta están la estadounidense Gretchen Walsh y la polaca Katarzyna Wasick, pero sus tiempos de 24.17 y 24.23, respectivamente, parecen insuficientes para eso.
En mil 500 estilo libre masculino el principal candidato a la corona es el irlandés Daniel Wiffen, que ya ganó los 800 y llega con registro de 14:40.34 minutos.
Solo el italiano Gregorio Paltrinieri (14:42.56) y el tunecino Ahmed Jaouadi (14:44.20) parecen tener lo necesario como para evitar su doblete.
Estados Unidos tendrá una última oportunidad para encabezar el medallero si domina las dos últimas pruebas de relevo: los de 4×100 combinado masculino y femenino.
De momento, el conteo de la natación mantiene a Australia en la punta, con siete metales áureos, seis plateados y tres bronceados, pero Estados Unidos le respira en la nuca con 6-12-7.
No obstante, Francia en el masculino combinado quiere dar la sorpresa aupada por el Rey de los Juegos: Leon Marchand, quien intentará un último rugido.
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