Con las acciones de este viernes y sábado el grupo armado tomó el control de varios pueblos de la agrupación de Binza, entre ellos Nyamilima, a 45 kilómetros al noreste de la capital del territorio de Rutshuru en la provincia de Kivu Norte; así como Ngwenda, Nyabanira, Kasave, Kiseguro, Katwiguru y Kisharo.
Fuentes afirmaron a Radio Okapi que los rebeldes entraron en Nyamilima, situada en la carretera de Ishasha, en la agrupación de Binza, sin enfrentamiento ni resistencia, pues los combatientes Mai-Mai que se encontraban en la ciudad se retiraron ante el avance de los rebeldes.
Añadieron que a unos 20 kilómetros, los habitantes de Ishasha, en la frontera con Uganda, ya están aterrorizados por este avance del M23.
La RDC y Ruanda negociaron, bajo mediación de Angola, un alto al fuego, que entró en vigor en la madrugada de este 4 de agosto según lo acordado; sin embargo, los rebeldes del M23 saludaron y aceptaron la decisión, pero precisaron que no tienen por qué acatar acuerdos en cuya negociación no participaron.
Kinshasa no reconoce al M23 como un interlocutor para el diálogo, pues señala que el verdadero poder tras esos rebeldes son las armas y la inteligencia que le proporciona Kigali.
La comunidad internacional acogió con beneplácito el establecimiento, primero de una tregua humanitaria negociada por Estados Unidos vigente hasta el 3 de agosto, y ahora un cese al fuego por mediación de Angola.
No obstante, existe mucha expectativa sobre el respeto que le darán todas las partes involucradas en el conflicto en el este congoleño, pues si bien los gobiernos se comprometieron, los grupos armados parecen no tener mucha disposición a callar las armas, como muestran estos hechos.
mem/kmg