Del 30 de julio al 1 de este mes, Estados Unidos y la República de Corea (RC) realizaron en la base militar norteamericana de Phyongthaek en la provincia de Kyonggi, los ejercicios operacionales «Iron Mace» para una guerra nuclear total, so pretexto de hacer frente al «uso de armas nucleares» por parte de la RPDC, denunció la Cancillería.
Los provocativos actos hostiles de Washington, con el aumento del peligro de choque nuclear en la zona, señalan evidentemente a quién se debe imputar la responsabilidad de agravación de la situación regional, destaca un comunicado oficial, citado por la agencia ACNC.
Entre las fuerzas conservadoras norteamericanas se escuchan opiniones aventureras que reclaman la capacidad de ubicar en la RC más armas nucleares tácticas y producir más ojivas de estos artefactos y prepararse para la guerra con países independientes, comenta el texto.
La Casa Blanca da un impulso fuerte al desarrollo de nuevos medios de ataque nuclear estratégico como el submarino de clase «Columbia», el nuevo cohete intercontinental «LGM-35A Sentinel» y el bombardero de sexta generación «B-21 Raider», destaca la Cancillería.
El Pentágono también realiza pruebas de explosión de alto poder y la nuclear subcrítica como parte del proyecto de desarrollo de artefactos nucleares de nuevo tipo, señala el comunicado.
Estados Unidos fabricó con la RC la «guía de operación nuclear» y prometió que se incluyen armas nucleares en el «ofrecimiento de disuasivo ampliado» a Japón, denuncia el texto oficial.
Además, el aumento de amenaza nuclear de una parte y su reajuste de la disposición nuclear de carácter provocativo demuestra a la contraparte la necesidad de fortalecer el disuasivo nuclear para la autodefensa, estima la fuente.
Las fuerzas armadas nucleares de la RPDC asumen la obligación constitucional de frenar el ataque nuclear de todas las formas y envergaduras, que intente o pueda emprender un país hostil, advirtió la Cancillería.
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