Harris se entrevistó la víspera con los tres finalistas en su lista de aspirantes: los gobernadores de Pensilvania, Josh Shapiro; de Minnesota, Tim Walz, y el senador por Arizona Mark Kelly.
No estaba claro anoche después de un día de entrevistas con los finalistas si había tomado una decisión final, dijeron personas familiarizadas con la búsqueda, reportó CNN.
Hasta el momento se dice que la campaña de Harris hará anuncio oficial a través de un mensaje en línea previo a la celebración mañana de un mitin en Filadelfia, donde el binomio participará.
Hace cuatro años, en agosto de 2020, el entonces candidato Joe Biden dio a conocer a Harris como su compañera de fórmula por un mensaje de texto y un correo electrónico a sus partidarios, y que en ella hará lo mismo en esta ocasión.
“Quiero que sean los primeros en saber a quién estoy eligiendo para servir junto a mí como vicepresidente”, escribió Harris en un correo electrónico de campaña la semana pasada a sus seguidores.
Esta será su primera decisión importante como candidata demócrata y para algunos observadores todo “realmente se reduce a un cálculo político”, dijo el exsenador Evan Bayh de Indiana, un veterano de dos campañas presidenciales demócratas.
Consideran que será una jugada tanto mediática como electoral y recuerdan que en la última vez que un candidato a vicepresidente fue visto ampliamente como alguien que ayudaba a la fórmula a ganar en un estado fue en 1960, cuando Lyndon Johnson atrajo los votantes de Texas para John F. Kennedy.
Por eso las especulaciones indican que, si en este momento Harris está buscando ayuda en un estado clave, sin dudas se irá por Shapiro o Kelly, aunque si busca la elección de un socio que pueda ayudarla a gobernar, se inclinaría por alguien como Walz, con sus extensas relaciones en el Congreso.
En 2020, cuando se postuló como fiscal general del estado, superó a Biden, ganando más votos que cualquier otro candidato estatal allí en la historia, destacan las reseñas.
Aunque las encuestas le dan las calificaciones favorables más altas entre los demócratas de los estados clave, Shapiro, que es judío, enfrenta críticas por su abierto apoyo a Israel.
Por su parte Kelly, exastronauta de la NASA y esposo de la exrepresentante Gabby Giffords, quien sobrevivió en 2011 a un intento de asesinato, es un senador popular de un estado crucial como Arizona, donde la ayudaría a sortear una de sus mayores vulnerabilidades, la migración.
En cuanto a Walz también ha demostrado su capacidad para recaudar dinero y como presidente de la Asociación de Gobernadores Demócratas ha batido récords.
A 90 días de las elecciones, los demócratas buscarán apostar a la ficha del triunfo y eso será, quizás, lo que más pese en la decisión de Harris. mem/dfm
