“Sin cese al fuego significa que esas operaciones ofensivas se reanudan y esa es la instrucción del comandante general de las Fuerzas Militares a todas las fuerzas y también del director general de la Policía Nacional a toda la policía del país”, reveló el funcionario a medios de prensa.
La tregua entre el ELN y el Gobierno expiró el pasado 3 de agosto en medio de crecientes reclamos por diversos sectores para que las partes retomen los diálogos actualmente congelados.
El Gobierno y el ELN llegaron al vencimiento de la suspensión de hostilidades, en medio de serias desavenencias.
El pasado 29 de julio, el primer comandante de esa agrupación armada, Antonio García, lanzó fuertes acusaciones a su contraparte en las negociaciones.
Alegó que el Gobierno “dejó de lado y desconoce acuerdos con la Insurgencia Armada de carácter social y político que es el ELN, como diciendo: ahora lo prioritario es negociar con traquetos”, como se le conoce coloquialmente en Colombia a los individuos relacionados con el tráfico de sustancias ilegales.
La delegación del Gobierno emitió posteriormente un comunicado en cual aseguró que, tras escuchar el llamado desde los territorios y desde muy diversos ámbitos de la sociedad para reanudar los diálogos y renovar el Cese al Fuego Bilateral, Nacional y Temporal, haría todos los esfuerzos necesarios para que esto ocurra.
En respuesta, el ELN expresó que, si al Gobierno le interesaba continuar la tregua, que consignara en un decreto presidencial el carácter político del ELN y su condición de organización armada rebelde, categoría ya reconocida en una resolución.
Afirmó entonces que una vez se conozca de dicho decreto presidencial, la insurgencia se dispone para que su Delegación se reúna con su contraparte para evaluar el cese y decidir sobre su continuidad; así como también “se revise los incumplimientos del Gobierno” a los que el ELN atribuye el congelamiento del proceso de conversaciones.
Justo durante esta jornada, el Alto Comisionado de Paz de Colombia, Otty Patiño, consideró que satisfacer el reclamo del ELN de hacer un decreto presidencial, donde se le consigne como actor político, supone la aprobación de una ley.
El funcionario calificó esa condición como “bastante difícil”, según lo definió.
npg/ifs
