Da Silva lanzó el implemento hasta los 85.91 metros y clasificó automáticamente, pues los organizadores exigían 84 metros para alcanzar el pase directo a la finalísima.
Nueve atletas lograron la marca exigida para clasificar directo.
Para completar a los 12 finalistas se escogieron los tres mejores disparos restantes, incluido el del trinitario Keshorn Walcott, quien marcó 83.02 y se montó en el último tren al match por la corona.
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