Estas construcciones en forma de torre con un foco luminoso y un mecanismo de giro son muy útiles en la navegación nocturna y generalmente se ubican en entradas de puertos, islotes y costas rodeadas de arrecifes.
La efeméride surgió en Estados Unidos como Día Nacional del Faro, para conmemorar la firma de la Ley para el Establecimiento y el Apoyo de Faros, Balizas, Boyas y Muelles Públicos en 1789, y luego varios países se adhirieron a la fiesta, reconocida como Día Mundial del Faro o Lighthouse Day.
La denominación de los faros proviene del nombre de la isla de Pharos, ubicada frente a Alejandría.
El faro más antiguo del orbe y colocado entre las Siete Maravillas del Mundo fue construido en esa ciudad de Egipto hace unos dos mil 400 años, con una altura de 134 metros.
Varias edificaciones de este tipo fungen como museos, estaciones meteorológicas y observatorios.
La Torre de Hércules es el faro romano más antiguo y aún se encuentra en funcionamiento.
Entre los más famosos está el Faro Peggys Point en Nueva Escocia, que con una data de 100 años es uno de los enclaves turísticos más famosos de Canadá.
Asimismo, el Faro del Arrecife de Deadalus en Egipto, construido frente al Mar Rojo en 1831, es uno de los destinos de buceo más reputados del planeta.
El Faro de Hércules en La Coruña, España, que data del siglo I, fue reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.
Mientras, el Faro de Creac’h, en la isla de Ouessant de Francia, conocido como «El Guardián del Mar» en el archipiélago de las Iles du Ponant, fue encendido por primera vez en 1863 y en 1988 se inauguró allí el Museo de Faros y Balizas.
Actualmente, los Sistemas de Navegación por Satélites restan importancia a los faros, pero ellos conservan su utilidad y brindan mucha seguridad, sobre todo en la navegación nocturna.
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