La representación en Cuba de la Organización de las Naciones para la Alimentación y la Agricultura (FAO) dio a conocer a la prensa las evaluaciones de la oficina regional del organismo, tras un foro celebrado la víspera en la capital chilena.
Según la fuente, el ministro brasileño de Desarrollo y Asistencia Social, Familia y Combate al Hambre, Wellington Dias, fue invitado a compartir las experiencias de su país, pues lograron sacar de la pobreza a 14 millones de personas gracias a un plan gubernamental con dos componentes esenciales: la asistencia social y la seguridad alimentaria.
El encuentro abrió una nueva ronda de análisis promovida por la oficina regional de la FAO para abordar los progresos del área, tras la presentación en julio del informe sobre el Estado de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en el Mundo (SOFI 2024).
De conformidad con el estudio, el porcentaje de hambre en esta zona del planeta subió del 5,6 por ciento en 2019 a 6,9 en 2021, pero luego mostró una reducción progresiva hasta el 6,2 por ciento en 2023.
Esto significa que 4,3 millones de individuos salieron de la precariedad nutricional, principalmente debido a progresos en Sudamérica, comentó la FAO, cuyo reporte destaca, en particular, el caso brasileño.
Al respecto, el subdirector general y representante de la FAO para América Latina y el Caribe, Mario Lubetkin, enfatizó que el hambre y la inseguridad alimentaria no son simplemente cuestiones de escasez de recursos.
Ambos flagelos, argumentó, reflejan desigualdades estructurales y fallas sistémicas que afectan la dignidad humana y la justicia social en todo el mundo y también en la región.
El nuevo ciclo de debate abierto por la FAO “nos obliga a reconocer que el hambre es una realidad que sí puede ser afrontada con responsabilidad, decisión y trabajo colectivo”, abundó.
Este proceso de intercambio de experiencias, que comenzó con la conferencia magistral del ministro brasileño, busca profundizar en las oportunidades y capacidades del área para contribuir a una respuesta global para erradicar el hambre y la malnutrición, y abordar otros desafíos como la reducción de la pobreza, señaló la entidad de Naciones Unidas.
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