El encuentro, efectuado en el Ministerio de Relaciones Exteriores angoleño, tiene como objetivo analizar el Plan de Armonización sobre la Neutralización de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) y elaborar un plan de retirada, indicó una nota de la Cancillería local.
Estas conversaciones son un paso imprescindible para materializar las decisiones de la segunda reunión ministerial celebrada el pasado 30 de julio en Luanda, en la cual los cancilleres de RDC y Ruanda acordaron un alto al fuego que entró en vigor a la medianoche del 4 de agosto, hora local.
El ministro de Relaciones Exteriores angoleño, Téte António, felicitó a las dos delegaciones y a sus respectivos gobiernos por su determinación de relanzar las bases del diálogo, con vistas a encontrar una solución consensuada y pacífica a los desafíos que aún prevalecen.
Esto resultará en beneficio para las comunidades afectadas, los países involucrados y la Región de los Grandes Lagos en su conjunto, apuntó.
La primera reunión ministerial, efectuada en Luanda el 21 de marzo de este año, terminó con el acuerdo de un nuevo encuentro que tuvo lugar el 30 de julio, pero también con el compromiso del Gobierno de la RDC de presentar un plan y un calendario para la neutralización de las FDLR. Esta fue una condición para que el Gobierno de Ruanda accediera a revisar su postura en materia de defensa y seguridad.
Kinshasa acusa a Kigali de brindar apoyo a los rebeldes del Movimiento 23 de Marzo (M23), que mantiene ocupadas varias ciudades y comunas en el este de la RDC; en tanto Kigali sostiene que el gobierno congoleño da respaldo a las FDLR.
Recientemente un informe de expertos de Naciones Unidas confirmó la participación de militares ruandeses en el conflicto en el este de la RDC, además de la cooperación tecnológica y de inteligencia.
Desde el 4 de agosto está vigente el cese al fuego acordado por ambas partes bajo mediación de Angola, sin embargo el M23 refirió en un comunicado que no tiene que acatar decisiones en cuyas negociaciones no participó.
Desde el 2 de agosto el grupo rebelde desató una nueva ofensiva y se hizo con el control de la ciudad de Ishasha, en la frontera entre la RDC y Uganda, el segundo puesto fronterizo más importante entre estos dos países.
También tomó Ngwenda, Nyabanira, Kasave, Kiseguro, Katwiguru y Kisharo, todos en la agrupación de Binza, en la provincia de Kivu Norte.
mem/kmg
