El encuentro programado por Sierra Leona, país que encabeza el órgano este mes, llama la atención sobre los desafíos para las féminas durante los procesos de reducción, reconfiguración y terminación acelerada de misiones de paz, cada vez más frecuentes.
Esta será la primera ocasión en que el Consejo se centra específicamente en los desafíos que plantea la reducción acelerada de las tropas en el marco de su agenda dedicada a la mujer, la paz y la seguridad.
La reunión coincide con las tensas relaciones entre los países que acogen misiones de paz y los propios cascos azules así como con las divisiones entre los miembros del Consejo de Seguridad.
Según expertos, las fragmentaciones entre ellos llegan luego de que varios gobiernos anfitriones demandaran el fin apresurado de las misiones de las Naciones Unidas, lo que pone en riesgo los avances logrados durante su presencia.
Las consecuencias son potencialmente peligrosas para los civiles si el vacío de seguridad dejado no se llena adecuadamente. En ese contexto, las mujeres demandan también mayor atención.
El tema de la mujer, la paz y la seguridad dentro del Consejo de Seguridad llama a preservar y fortalecer el lenguaje al respecto en los resultados temáticos y específicos de cada país y hacer un seguimiento de la aplicación de esas decisiones.
Los Estados miembros del Consejo pueden apoyar política y materialmente estrategias integrales, específicas para el contexto, coordinadas y con perspectiva de género para los procesos de transición y el período posterior a la retirada, tanto por parte de las Naciones Unidas como de los países anfitriones.
En la reunión de este miércoles, uno de los puntos clave podría resaltar la participación significativa de las organizaciones lideradas por féminas y de derechos de las mujeres, así como de las defensoras de los derechos humanos, en la determinación de dichas estrategias, y hacer un seguimiento de la inclusión efectiva de ese asesoramiento.
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