Estos traslados involuntarios repetidos, sumados a la inseguridad, las limitaciones de acceso y otros desafíos, también obstaculizan la detección temprana de niños y mujeres que necesitan servicios de nutrición, advirtió la entidad en su más reciente actualización sobre el contexto en el enclave.
De acuerdo con el organismo, estos factores también limitan la capacidad de los socios para ampliar su presencia operativa y almacenar suministros vitales.
Los movimientos de civiles a causas de las órdenes israelíes tornan sumamente difícil la supervisión y seguimiento con los servicios necesarios de prevención y tratamiento de la desnutrición, agregó OCHA.
Por su parte, el portavoz adjunto del secretario general de la ONU (António Guterres), Farhan Haq, aseguró que los trabajadores sobre el terreno mantiene vigilancia sobre el movimiento y las necesidades de las personas recientemente desplazadas en Deir al Balah y Khan Younis.
Desde el 22 de julio, el personal ha proporcionado cientos de tiendas de campaña a familias desplazadas en el sur, centro y norte de Gaza, dijo.
En las últimas semanas, al menos 250 mil gazatíes recibieron respuesta sanitaria apoyada por una docena de equipos médicos de emergencia.
Sin embargo, las hostilidades en curso y el bombardeo constante de Gaza han causado numerosos incidentes con víctimas en masa desde finales de julio.
Esto, de acuerdo con el vocero, pone a prueba la capacidad de las organizaciones humanitarias para responder a los casos de trauma y emergencia.
A la par, las malas condiciones de agua, saneamiento e higiene, junto con el hacinamiento, impulsan brotes de enfermedades, agregó.
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