«Ciertamente hemos esperado este evento durante un largo año y siete meses. Para nuestro Servicio es un acontecimiento histórico», dijo Narishkin, según comunicó este miércoles la agencia de noticias Sputnik.
El pasado 1 de agosto, en Ankara, capital de Türkiye, se realizó un intercambio de 26 prisioneros de siete países, el mayor en los últimos años.
Según el Servicio Federal de Seguridad, a Rusia regresaron ocho ciudadanos, acusados en varios países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte de cooperar con los servicios de inteligencia rusos, pero su culpabilidad no fue probada. Al regresar fueron recibidos por el presidente Vladímir Putin. Desde Rusia salieron varios nacionales extranjeros y de doble ciudadanía, condenados por espionaje, traición e incitación a actividades extremistas.
El presidente ruso firmó decretos del indulto con miras a devolver a los nacionales de Rusia, detenidos en otros países, según el Kremlin.
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