La detección de este factor de riesgo es importante porque este tipo de cáncer puede prevenirse una vez que las personas saben qué comportamientos aumentan su riesgo, dijo Niels Kokot, cirujano del Centro de Cabeza y Cuello de la Universidad del Sur de California, de acuerdo con el artículo que aparece en JAMA Otolaryngology–Head & Neck Surgery.
El cáncer de cabeza y cuello, el sexto más común en el mundo, incluye varios tipos, entre ellos el de boca, faringe, laringe, orofaringe (lengua, amígdalas y pared posterior de la garganta) y glándulas salivales adyacentes.
Durante la investigación también descubrieron que la prevalencia del cáncer de cabeza y cuello entre las personas con trastorno por consumo de cannabis era independiente de otros factores, como la edad, el sexo y la etnia.
El consumo de alcohol y tabaco, que se han asociado con este mal, tampoco influyó en los hallazgos.
El autor principal y sus colegas investigadores plantean la hipótesis de que la principal razón por la que el cannabis aumenta el riesgo de esta enfermedad es el efecto dañino del humo.
Las pesquisas demostraron que el humo del tabaco contiene numerosos productos químicos que causan daño al ADN e inflamación en la zona, lo que, si no se controla, puede provocar cáncer, y los expertos especulan que el humo del cannabis puede causar daños similares.
De hecho, hay algunas pruebas de que el humo del cannabis puede incluso ser peor que el del tabaco, apuntó Kokot.
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