Esos valores declinaron, luego de que los últimos datos de empleo aliviaron las preocupaciones sobre una recesión en Estados Unidos, y los precios se encaminaban a una caída después de que una venta global a principios de semana llevó a grandes pérdidas en el lingote.
El oro al contado bajó 0,1 por ciento a dos mil 424,03 dólares por onza. Los futuros del oro estadounidense operaban sin cambios en los dos mil 463,10 dólares.
Por tanto, el oro se encaminaba a su mayor caída semanal desde el 7 de junio. Los precios perdieron hasta tres por ciento el lunes, después de que los inversores liquidaron posiciones en tándem con una venta masiva de acciones.
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