Secuestrados por un grupo de tarea del régimen, a unos pasos de la embajada cubana en esta capital, y más tarde los asesinaron en el centro clandestino de detención y tortura Automotores Orletti, uno de varios que funcionaron como lugares de exterminio en esta nación durante ese período.
Casi cuatro décadas después, en junio de 2012, hallaron los restos de Galañena en un tanque metálico de 200 litros relleno con cemento, en un predio abandonado de la localidad bonaerense de Virreyes y un año más tarde, los de su compañero.
En abril de 2022, la justicia argentina ordenó la entrega al Archivo Nacional de la Memoria de cuatro tanques con restos óseos de víctimas del régimen dictatorial.
Antes, especialistas del Instituto Nacional de Tecnología Industrial y el Equipo de Antropología Forense, trabajaron en su estudio, análisis e identificación.
De esa manera, se logró establecer la identidad de cuatro personas, entre las que se encontraban los diplomáticos cubanos.
Recientemente, los tanques donde encontraron los restos de Cejas y Galañena, fueron donados a Cuba y depositados en el Memorial de la Denuncia, en La Habana.
En noviembre pasado, la Secretaría de Derechos Humanos colocó una placa en la embajada cubana en homenaje a las víctimas de la dictadura argentina y como parte de la señalización de sitios para denunciar el terrorismo de Estado.
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