En un comunicado oficial, el presidente de la organización, John Banyene, condenó la ocupación por los rebeldes de varias localidades durante la tregua humanitaria y también en medio de la vigencia del acuerdo de alto el fuego entre la RDC y Ruanda.
Señaló que ante el avance del M23, la sociedad civil recomienda que se ponga fin al alto el fuego unilateral observado por las Fuerzas Armadas y se ordene el relanzamiento de operaciones militares en todas las líneas del frente, con vistas a reconquistar el espacio bajo control de ese grupo armado.
Remarcó que tras la toma de las aldeas de Kahira, en Bashali, territorio de Masisi, así como de Nkwenda, Kisharo, Nyamilima-Ishasha y Nyakakoma, en territorio de Rutshuru, las ciudades de Butembo y Beni están expuestas al ataque del M23, que podría utilizar el lago Edouard en Nyakakoma y Vitshumbi para atacar esas posiciones.
El pasado 7 de agosto el M23 ocupó el poblado pesquero de Nyakakoma, en el territorio de Rutshuru, con lo cual quedó en posesión de las orillas sur y este del lago Edouard, abriendo una ruta marítima hacia el extremo norte de la provincia de Kivu Norte.
Desde el 2 de agosto los rebeldes lanzaron una ofensiva que les permitió tomar el control de la ciudad de Ishasha, en la frontera entre la RDC y Uganda, el segundo puesto fronterizo más importante entre estos dos países.
También ocuparon Ngwenda, Nyabanira, Kasave, Kiseguro, Katwiguru y Kisharo, todos en la agrupación de Binza, en la provincia de Kivu Norte.
Esto se produce a pesar de que desde el 4 de agosto está vigente el cese al fuego acordado por la RDC y Ruanda bajo mediación de Angola, sin embargo el M23 refirió en un comunicado que no tiene que acatar decisiones en cuyas negociaciones no participó.
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