Aunque la segunda edición de su obra “Prisma Marino”, fue expuesta en el Parlamento Latinoamericano y Caribeño (Parlatino), las letras, imágenes y metáforas del bardo devenido diplomático circulan en las redes sociales en un recorrido mágico por personalidades, parajes emblemáticos y acontecimientos que marcan la vida de los istmeños.
Sobre este libro, que toma su nombre de uno de los 27 poemas dedicado al barrio Bolívar, en la occidental provincia de Chiriquí; y sus nexos con el libertador Francisco Morazán, el historiador panameño José Mario Molina aseveró que la fibra poética de Reyes remueve los versos de hombres y mujeres cautivados por el mar secuestrado, que aun así embellece el alma en la poesía, en el cante jondo, para vibrar en el seno de hermandades continentales.
En entrevista con Prensa Latina, Reyes explicó que estas motivaciones nacieron desde su infancia, en el seno de una familia humilde y luego se consolidaron durante su formación como maestro rural, alfabetizador y dramaturgo, al emplear el teatro y el juego como herramienta pedagógica de enseñanza y aprendizaje con jóvenes y grupos campesinos, sectores más vulnerables de la geografía hondureña.
Soy un admirador de los amaneceres, donde quiera que esté, por eso mi primer poema al arribar a Panamá, escrito de una vez tras la necesaria inspiración (“Brocado de mares”), es una evocación al istmo la tierra del general Omar Torrijos (1929-1981) que me acogió ¡Despierten nubes, parpadea Sol, esa brisa es Panamá¡.
El libro “Prisma Marino”, dijo, tendrá continuidad porque será entregado en depósito y concedidos los derechos de autor a la Universidad Especializada de las Américas (Udelas), cuya sede radica en la zona antes ocupada por Estados Unidos.
La fundadora de ese centro de estudios superiores, agregó, es la Doctora Berta Torrijos, hermana del General Omar, un militar, patriota y diplomático que unió al planeta en defensa de una causa, la devolución del Canal de Panamá, un anhelo de los jóvenes mártires estudiantes y su epopeya de 1964; eso lo dice todo, remarcó.
Mis meditaciones poéticas, indicó, también encuentran voces en los pueblos originarios de Panamá, los Ngäbe, Buglé, Guna, Emberá, Wounaan, Bri Bri, Naso Tjërdi y Bokota; o en los personajes icónicos como el tres veces presidente del país, Belisario Porras (1856-1942).
Reyes asegura que su poesía no es intimista, es más bien constructivista, de la naturaleza, la vida, de la resistencia, de la lucha en las calles, del dolor, las personas, de los derechos humanos, de los cuales también ha sido fiel defensor. En particular refiere el honor recibido cuando la presidenta de Honduras, Xiomara Castro lo nombró embajador en Panamá, porque pensó que en 1942, en la ciudad de David, Chiriquí, estuvo Francisco Morazán y fue hospedado en su exilio por familias como la de José de Obaldía, entre otras.
En este país , según resaltó, el Libertador escribió el Manifiesto de David, donde se sellaron los ideales de Morazán y su proclama de incentivar a los centroamericanos a continuar con la lucha y desarraigar las ataduras coloniales de orden conservadora.
Una robusta obra que también incluye la narrativa, la novela, el teatro y la poesía tiene en su haber el embajador Reyes y entre otras entregas sobresalen libros como “Palmerolo el lector “, o “Hablando entre nos”.
Esta última entrega utiliza personajes ficticios como licencia para despertar la conciencia histórica y social de una nación que desconoce su pasado y es apática a su condición de subalternidad, como asegurara el jurado del primer concurso en Honduras “Resistencia Popular y Refundación del Estado”.
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