Por Julio César Mejías, enviado especial

Ingebrigtsen se desquitó del revés sufrido en los 1500 metros, donde quedó fuera del podio, y se impuso en los 5000 m con crono de 13:13.36 minutos y clara ventaja sobre sus inmediatos perseguidores, el keniano Roger Kwemoi y el estadounidense Grant Fisher, mientras era notable la ausencia de los representantes entre los medallistas.

El astro noruego igualó las prestaciones conseguidas en los dos últimos Mundiales (Eugene 2022 y Budapest 2023) cuando dominó esta distancia, pero le resultó esquivo el cetro en los 1500, asignatura pendiente cuya primera evaluación tendrá el próximo año en la cita del orbe prevista para la capital japonesa.

Por su parte la “modelo” corredora —así le han dado en llamar por la plasticidad y espectacularidad sobre el tartán—, la keniana Kipyegon, conquistó su tercer título olímpico en los 1500 metros, esta vez con un magnífico tiempo de 3:51.29, nuevo primado olímpico, que destrozó la marca impuesta por ella misma en Tokio 2020.

Y si de plusmarcas se trata, lo conseguido por la posta larga estadounidense rozó uno de los registros más viejos asentados aún en la relación de los récords tanto mundiales como olímpicos.

Shamier Little, Sydney McLaughlin-Levrone, Gabrielle Thomas y Alexis Holmes detuvieron el cronómetro digital del coloso de Saint Denis en 3:15.27 minutos, apenas una décima por detrás del tiempo establecido en Seúl 1988 (3:15.17 minutos) por la posta soviética que integraron Tatiana Ledosvkaya, Olga Bryzgina, Olga Nazarova y Mariya Pinigina.

Ni siquiera durante la era de Allyson Felix, las estadounidenses llegaron a rozar tan cerca dicho primado universal, pero la noche del sábado se unieron la voracidad sin límites de McLaughlin, campeona aquí en 400 con vallas con récord mundial, así como Gabrielle Thomas, monarca días atrás en los 200 metros.

Ambas impusieron un inalcanzable paso, que cerró Holmes, recién acabada de hacer su mejor carrera de la vuelta al óvalo, aunque quedó lejos del podio, liderado por la fenomenal dominicana Marileidy Paulino.

No son pocos los que se aventuran a adelantar el asalto al récord de los 400 metros (47.60 segundos), en poder de la alemana Marita Koch desde 1985, si finalmente McLaughlin incluye para el próximo año ambas pruebas (con vallas y sin ellas) en su programa del circuito mundial de World Athletics.

Los duelos entre Paulino y la norteña, sumada además la bahreiní Salwa Eid Nasser, la polaca Natalia Kaczmarek, medallistas sobre el tartán morado del Stade de France.

La jornada de cierre de las competencias de pista y campo dejó también el revés de la campeona de Tokio en los 100 con vallas, la puertorriqueña Jasmine Camacho-Quinn, hoy apenas bronce tras disputada carrera dominada por la estadounidense Masai Russell, vencedora por apenas una centésima (12.33 por 12.34) de la anfitriona Cyrena Samba-Mayela.

El atletismo concluirá este domingo con la disputa de la maratón para damas, por lo cual restan líneas que dedicarle a la valoración de un torneo que deparó varios récords mundiales y olímpicos, incluido el salto al cielo del hombre sin límites, el pertiguista sueco Armand Duplantis.

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