Por Alejandro Esteban, enviado especial
Más allá de los reconocimientos de la familia olímpica por tal heroicidad, único atleta con cinco títulos consecutivos en el mismo evento o modalidad, López se granjeó enormes muestras de simpatía por parte de los aficionados franceses, quienes llegaron hasta la Arena situada a la vista de la Torre Eiffel para ver combatir al gigante de Herradura.
“Je ne peux pas le croire. C’est énorme, ils ne peuvent pas le déplacer (No puedo creerlo. Es enorme, no pueden ni moverlo. Increíble)”, nos dice muy emocionada Brigit, aficionada belga y residente en París, que vino a disfrutar de la lucha olímpica.
“No pude venir al judo, pero logré estar aquí para la lucha, pues mis niños gustan de los deportes de combate y no me arrepiento. Vi al moreno grande y me dije: Teddy Riner, no puede ser”, comenta mientras suelta varias carcajadas.
“Sabes, mi niño grande conocía quién era y me dijo: mamá, es el mejor luchador del mundo, es como Teddy en el judo (aquí sonríe yo por tan exacta analogía, venida de un niño de nueve años), y esperamos expectantes su segundo combate”, añadió.
¿Y que les pareció?, le pregunté.
“Genial, no vi otro igual en los combates. Ojalá pase cerca de nosotros, cuando vuelva a combatir. Vamos a preparar una pancarta con su nombre”, apuntó.
Brigit no fue la única. Cientos de aficionados disfrutaron del combate del luchador cubano ya convertido en leyenda y le aplaudieron hasta el delirio cuando éste dejó sobre el colchón sus invictas zapatillas, bendecidas por los Campos de Marte, como inconmensurable trofeo para la historia olímpica.
Y si Mijaín copó los focos, no puede obviarse la espectacular actuación de los luchadores japoneses, quienes ganaron ocho de los 18 títulos disputados entre ambos estilos, grecorromano y libre (hombres y mujeres).
Los gladiadores japoneses superaron notablemente la cosecha lograda en la cita anterior de Tokio 2020, cuando como anfitriones lideraron con siete preseas: cinco de oro, una de plata y otra de bronce por ocho, una y dos en esta ocasión.
Las representantes femeninas (estilo libre) sobresalieron al subir al podio en las seis divisiones del programa olímpico, incluidos los cuatro cetros conquistados por Akari Fujinami, Tsugumi Sakurai, Sakura Motoki y Yuka Kagami, aunque dolió la caída a bronce de Yui Susaki (50 kg), monarca en Tokio 2020.
Por países, detrás de Japón se situó Irán con ocho medallas (2-4-2), Estados Unidos con siete (2-2-3), Bulgaria (2-0-0), Cuba (1-1-3), en un medallero donde 26 naciones conquistaron al menos un metal bronceado.
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