La cita retomará el extendido debate sobre la reforma del Consejo, integrado por 15 miembros pero con solo cinco asientos permanentes desde su creación, ocupados por China, Francia, Rusia, Estados Unidos y el Reino Unido.
África, una de las regiones más sub representadas dentro del sistema global, reclama más espacio dentro del principal órgano del sistema de Naciones Unidas, encargado de velar por la paz y seguridad del orbe.
La reunión presenta una oportunidad única pocas semanas antes de la Cumbre del Futuro, el evento más importante del segmento de alto nivel de la Asamblea General en septiembre venidero.
El Pacto para el Futuro, documento principal emanado del magno de la Cumbre, recogerá una fortalecida visión global del multilateralismo aprobado por los líderes globales en la cita.
Algunas versiones de las negociaciones al respecto circuladas aquí proponen un Consejo de Seguridad ampliado con entre 21 y 27 miembros y sostiene que la ampliación debería “corregir la injusticia histórica contra África como prioridad”.
Al mismo tiempo, reconocen al denominado continente negro como un caso especial, que puede servir para mejorar la representación de las regiones y grupos sub representados y no representados.
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