En un informe presentado en el Consejo de Defensa de la Nación y Consejo de Estado, que estuvo liderado por el presidente Nicolás Maduro, la titular precisó que resultaron atacadas 25 instituciones estatales.
Añadió que hay otras 40 bajo investigación, entre las que se incluyen medios de comunicación, empresas, alcaldías, gobernaciones, instancias privadas y otras instituciones del Estado.
La vicepresidenta sectorial para Ciencia, Tecnología, Educación y Salud indicó que los ataques cibernéticos fueron direccionados en las diferentes plataformas y dirigidos a entidades que prestan servicios vitales para la cotidianidad del pueblo venezolano.
Explicó que el 65 por ciento de los ataques estuvieron encaminados a la denegación de servicio, lo cual afectó servidores de instituciones del Estado y enlaces internacionales que ofrecen servicio de internet al país.
Entre los centros afectados, mencionó el Consejo Nacional Electoral, el Ministerio Público, el Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, Petróleos de Venezuela y Banco Central de Venezuela.
También el Tribunal Supremo de Justicia, Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa), la Cancillería, el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Cantv) y la Compañía Anónima Nacional Teléfonos, entre otros.
Jiménez subrayó que el 28 de julio ocurrieron 30 millones de ataques por minuto, los cuales se fueron incrementando en el transcurso del día, mientras el fin de semana hubo secuestros de la IP (protocolo de internet) de Cantv y falsificaciones de IPS (sistemas de prevención de intrusiones).
Detalló que el 98 por ciento de los ataques provienen de “granjas” con computadores de escritorio sofisticados y menos del dos por ciento con plataformas tecnológicas móviles.
La ministra enfatizó que hay una diversidad de ataques sofisticados hacia las instituciones del Estado venezolano, lo cual evidencia la existencia de un fuerte financiamiento detrás que solo pueden ejecutar países con capacidades para ello como Estados Unidos, que cuenta con agencias especializadas y fondos.
De acuerdo con las estimaciones, comentó que un ataque a gran escala capaz de generar cientos de gigabytes por segundo podría costar entre 500 y mil dólares por hora, mientras el de un terabyte entre mil y cinco mil en el mismo lapso de tiempo.
Remarcó que detrás de los 30 millones de ataques por minuto que sufrió el país hay un gran poder económico y tecnológico.
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