Las consecuencias del agravamiento de la crisis sudanesa movieron al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, a expresar su “profunda alarma” por el curso de los acontecimientos y sus devastadoras consecuencias.
Fuerzas del Consejo Soberano de Transición (CST, gobierno), leales al general Abdel Fattah al Burhan, combaten con la milicia Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, inglés) del general Mohamed Hamdan Dagalo desde abril del año pasado una guerra que destriuyó a Sudán.
Las consecuencias económicas, sin embargo, palidecen ante el número de muertos, más de 11 mil, una cantidad muy superior de heridos y la conversión de casi 11 millones de personas en refugiados internos e internacionales.
Aliados durante la guerra con los separatistas de Sudán del Sur, ambos hombres entraron en diferencias irreconciliables sobre el destino de las fuerzas y las armas de las RSF que el presidente del CST quiere incorporadas al Ejército Nacional bajo su mando, posibilidad refutada por el caudillo de la milicia.
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