El prefecto inspector Mauro Mercado, jefe nacional contra el crimen organizado, indicó que la mayor parte de los arsenales fueron decomisados durante el proceso de investigación de hechos de elevada connotación.
Agregó que otro porcentaje tiene relación con los programas de control destinados a recuperar armas inscritas legalmente, pero cuyos dueños fallecieron.
Respecto a las zonas donde tuvieron lugar la mayor parte de las incautaciones, las encabeza la Región Metropolitana, donde está ubicada la capital, seguida por Valparaíso y Maule.
Mercado señaló que la introducción de armas, piezas y municiones al país se realiza por vía aérea, marítima y terrestre, utilizando varios métodos de ocultamiento para evadir los controles.
Desde 2001 la PDI cuenta con el sistema de análisis balístico IBIS, el cual, mediante un proceso comparativo de muestras, permite determinar desde qué artefacto fue disparado un proyectil.
De acuerdo con la Policía de Investigaciones, la presencia de armas de fuego en Chile está vinculada con la aparición de bandas del crimen organizado, que las utilizan como instrumentos para defenderse o atacar a grupos rivales y en disputas por el control territorial.
Sin embargo, no hay indicios de que exista aquí un tráfico ilícito de armas como parte de las actividades de estas organizaciones delincuenciales, señaló la entidad a la televisión pública.
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