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miércoles 14 de agosto de 2024
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Articulista dominicano califica a Fidel Castro como un gran líder

Santo Domingo, 13 ago (Prensa Latina) El escritor y jurista dominicano Ramón Antonio Veras describió hoy al revolucionario cubano Fidel Castro como el más grande líder político del siglo XX, brillante estratega militar, guía e intérprete fiel del sentir de las masas.

Con el título «En el 98 cumpleaños de Fidel, siempre presente», Veras publicó en El Nuevo Diario que «en un futuro no muy lejano, espera que el 13 de agosto de cada año sea tomado en cuenta en el corazón de la humanidad entera, ya libre de la opresión material y espiritual».

A propósito de cumplirse este martes el 98 aniversario del natalicio del líder histórico de la Revolución cubana, alertó que «el oscurantismo tiene como objetivo oponerse de manera sistemática a la difusión de la cultura entre las mujeres y los hombres del pueblo, para que se mantengan en el más completo atraso, en la ignorancia».

Hoy, en pleno siglo XXI, es de importancia para los grupos políticos que representan intereses retardatarios, que los oprimidos no tengan conocimiento de quiénes han sido los mejores intérpretes de las causas populares, apuntó.

Sostuvo que América Latina y el Caribe, la región más desigual mundo, ha tenido mujeres y hombres que con su accionar han señalado el camino de la liberación.

A renglón seguido puntualizó que Fidel (Castro) «fue el de la idea del asalto al Cuartel Moncada en Santiago de Cuba en 1953; triunfador en la lucha guerrillera desde la Sierra Maestra; constructor del nuevo Estado de Cuba, y supo dirigir a su pueblo para la defensa de la soberanía nacional ante la agresión norteamericana por Playa Girón (abril de 1964).

Desde antes de nacer Fidel, dijo, estaban presentes en ese país caribeño las condiciones para hacer la revolución: hambre, miseria, desempleo, analfabetismo e insalubridad.

«Solo hacía falta, señaló, alguien armado de una teoría revolucionaria que llevara conciencia a las masas populares sobre la necesidad de producir un cambio en las arcaicas estructuras que hacían posible la opresión».

Fidel demostró liderazgo porque se puso al frente para liberar a Cuba del oscurantismo, dirigiendo, entre otros, un profundo programa de alfabetización y haciendo un país de personas educadas y saludables, dijo Veras.

Hay que reconocer, señaló, que por la dirección de Fidel, cubanos y cubanas, a pesar del bloqueo de Estados Unidos, constituyen en el mundo de hoy una comunidad sumamente saludable y culta, porque en esa cercana nación, apuntó, el derecho a una existencia digna está garantizado.

Opinó que para hablar del accionar político y social del estadista, y su peso como líder mundial, «hay que hacer referencia a su dimensión al lado de su pueblo, la influencia en el despertar de los explotados latinoamericanos y caribeños, y la solidaridad e internacionalismo demostrados con la liberación de Angola».

Aquellos dominicanos que no tenemos nada de ingratos, recordamos de Fidel su presencia en Cayo Confites, y su entrega total para hacer posible la gesta gloriosa de la expedición de junio de 1959, en procura de liberar a nuestro pueblo de la tiranía de Trujillo, agregó.

«Sin lugar a discusión , manifestó, cualquier persona con sano juicio debe admitir que sobresalió extraordinariamente en todas las actividades en las cuales intervino, por lo que se puede definir como un hombre ilustre».

Expresó su certeza de que un día latinoamericanos y caribeños – ya liberados de la influencia ideológica que les impone el imperio, valoren el papel determinante de Fidel Castro «en la toma de conciencia para que los oprimidos llegaran a alcanzar la felicidad, al romper con las trabas impuestas por un sistema social fundamentado en la desigualdad».

Veras estimó que en las universidades de América Latina y el Caribe, en cada facultad de ciencias políticas y sociales, se deben analizar los aportes de la Revolución cubana a las conquistas democráticas, políticas, sociales, gremiales, sindicales; en la reclamación de los derechos humanos y las libertades públicas; la soberanía y la independencia.

Indicó que para reconocer a Fidel, como líder excepcional, no hay que caer en el fanatismo, actuar con entusiasmo exagerado ni sectarismo. Basta con ser equilibrado en los juicios y analizar libre de apasionamiento, concluyó.

rgh/mpv

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