«De Fidel, aprendimos a resistir ante la adversidad, a convertir los reveses en victorias, a no rendirnos jamás ante el enemigo hostigador, a defender a la Patria a cualquier costo», afirmó Baeza en nombre de sus compañeros.
Destacó que acudir a las reflexiones «del Comandante en Jefe es de gran importancia en estos momentos en que el enemigo arrecia en su empeño de dividirnos y someter a nuestro pueblo a las más duras consecuencias de la guerra económica mediante el bloqueo».
En ese sentido, citó palabras de Fidel que mantienen extraordinaria vigencia: “En los tiempos difíciles el número de vacilantes aumenta; en los tiempos difíciles —y eso es una ley de la historia— hay quienes se confunden, hay quienes se desalientan, hay quienes se acobardan, hay quienes se reblandecen, hay quienes traicionan, hay quienes desertan».
«Eso pasa en todas las épocas y en todas las revoluciones, continuó. Pero también en los tiempos difíciles es cuando realmente se prueban los hombres y las mujeres; en los tiempos difíciles es cuando se prueban, realmente, los que valen algo».
«Los tiempos difíciles son la mejor medida de cada cual», concluyó la cita de Fidel que sirvió a los presentes para ratificar su compromiso de lealtad a la patria.
Nacido el 13 de agosto de 1926 en Birán, actual provincia de Holguín (este), a Fidel intentaron eliminarlo físicamente en centenares de ocasiones.
Los servicios de la Seguridad del Estado de la isla identificaron planes en distintas fases de desarrollo, llegando a ejecutarse más de un centenar.
Desde polvos y batidos envenenados, tabacos explosivos, trajes para bucear mortales hasta posibles bazucazos, el líder cubano salió ileso entre 1958 y 2000 a 634 complots para matarlo.
Tan es así, que el 2 de diciembre de 1959 un memorando del entonces jefe de la CIA para América Latina, coronel Joseph Caldwell King, advertía al director de la agencia Allen Dulles que la mejor manera de acabar con la Revolución cubana era asesinar a Fidel Castro.
Fidel, una de las figuras políticas más sobresalientes del siglo XX y principios del XXI, partió a la inmortalidad el 25 de noviembre de 2016, a los 90 años.
En el monolito donde reposan sus cenizas en el cementerio Santa Ifigenia, en la oriental ciudad de Santiago de Cuba, solo destacan las cinco letras de su nombre.
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