El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores Lin Jian subrayó que la isla es una parte inalienable del territorio chino y reiteró la oposición a cualquier tipo de intercambio oficial entre Taipei y los países con los que Beijing mantiene relaciones diplomáticas.
Asimismo, el vocero subrayó que la cuestión de Taiwán es un asunto central en los intereses fundamentales de China y constituye la base política de las relaciones sino-japonesas, «una línea roja que no debe cruzarse», dijo.
Recordó que Tokio sometió a esa isla a un régimen colonial durante medio siglo por lo que tiene una responsabilidad histórica hacia el pueblo chino debido a los crímenes cometidos en esa época.
El vocero exhortó a los políticos japoneses a aprender de la historia y a respetar los cuatro documentos políticos que rigen las relaciones bilaterales, al tiempo que los convidó a no enviar señales erróneas a las fuerzas separatistas que buscan la independencia de Taiwán.
Por otro lado, Lin Jian criticó al gobernante Partido Progresista Democrático (PPD) de esa región insular por insistir en la postura separatista y aliarse con fuerzas externas para avanzar en su agenda de independencia.
En la actualidad algunos políticos nipones expresan su apoyo incondicional a Taiwán ante una posible contingencia con Beijing, pese a que Tokio es uno de los 183 Estados que se adhieren al principio de Una sola China.
El gobierno chino subrayó en varias ocasiones que la denominada independencia de Taiwán es un callejón sin salida, y las acciones del PPD para buscar el apoyo de fuerzas externas sólo traerán graves daños al pueblo de esa isla.
De la misma forma, Beijing insistió en que el camino a una eventual reunificación nacional es indetenible.
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