Operada por Cubanacán Hoteles, se encuentra en un recodo del camino de ese humedal, declarado por los científicos como el más importante de Cuba y el Caribe. Allí, mar, playa, y un entorno perfecto para recorrer desde este punto, representan una fórmula perfecta, tal y como lo reconoce su director Justo García Bacallao.
Hombre de pocas palabras y mucha acción, el interlocutor comentó a Prensa Latina que lleva en la región más de 30 años encargado de gestiones que satisfacen a muchas personas que pasan por ese lugar.
En un inicio, simple espacio para montar tiendas de campañas, en la actualidad constituye un escenario con confortables cabañas y planes para desarrollarlas.
La base en periodos recibió a más de dos mil vacacionistas, sobre todo cubanos provenientes de La Habana, la capital del país, y la propia provincia de Matanzas, donde se encuentra, pero ya es punto en el mapa para viajeros de otros países que aprecian su ubicación geográfica, perfecta para enlazarles con los puntos de naturaleza de la región.
Este alojamiento ofrece además, gastronomía, recreación y pasadías, en especial para el disfrute de familias procedentes de los municipios de Colón, Jagüey Grande y Jovellanos.
Tal espacio cuenta con 134 capacidades en sus 29 cabañas, las cuales fueron remozadas para la etapa veraniega con el fin de mejorar el confort interior a partir del cambio de mobiliario, y otras labores.
Este parece ser solo el principio de su recuperación, pues se incre
menta la calidad y variedad de ofertas gastronómicas con platos típicos de la cocina criolla, además de diversificarse las actividades de participación para el esparcimiento.
Alquiler de medios náuticos como bicicletas acuáticas y kayaks, servicios de restaurante, cafetería, una sala de juegos y una pista de baile, son otros de los atractivos fundamentales.
El establecimiento cuenta con una hermosa playa muy codiciada desde la inauguración el 17 de julio de 1983, para ese momento con alojamiento en tiendas de campaña, cuando a partir de 1984 se construyeron 70 cabañas rústicas de madera, que junto a las tiendas de campaña completaban 800 capacidades.
Ya en 1986 se preparan 14 cabañas de materiales duraderos, y en el verano de 1995 llegaron a 22, todas de cuatro capacidades. Las cabañas de madera se mantuvieron, aunque su número bajó a 50 (a partir del paso del huracán Lily en octubre de 1996, la instalación permaneció cerrada). Se restauró la instalación en el período 2004-2005, completando las 29 cabañas con baño interior para una capacidad de 134 campistas, incluyendo servicios de restaurante, cafetería, cocina, kiosco, una pista de baile, sala de juegos, albergue de trabajadores y enfermería.
Ese nombre proviene de uno de los más relevantes hechos históricos del lugar, la victoria contra la invasión apoyada por el gobierno de Estados Unidos en abril de 1961 para derrocar a la Revolución Cubana. Localizada en la costa sur de la provincia Matanzas y en la margen este de la Bahía de Cochinos, este pequeño espacio atrae ya a muchos viajeros.
El paisaje predominante es el de la llanura costera abrasivo-acumulativo, donde alternan los arrecifes y las pequeñas caletas arenosas. La geología local es eminentemente calcárea, lo que propicia socavones costeros y gran cantidad de lagunas de origen tectónico cercanas.
Y la fauna circundante es rica, abundando las aves como el tocororo (ave nacional), cotorra, arriero, mayito, carpintero jabado, carpintero verde y churroso, entre otras muchas especies.
Otros animales perfectos para fotografiar en el lugar son la jutía conga, carabalí, venado, majá, iguana, lagarto, cangrejo moro, cangrejo blanco y macao. En los fondos marinos se observan corales, gorgonias y peces como el ronco, la sardina, la barracuda o picúa, la manjúa, la morena y otros, para los seguidores del snorkeling.
Perfecta base para a partir de ahí realizar senderismo, navegar, pasear en bicicleta y kayaks, en resumen, vivir un entorno muy natural y de aventuras.
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