En la tarde, Hizbulah bombardeó la localidad de Kiryat Shmona con ráfagas de misiles Katyusha, en represalia a la agresión de las fuerzas de Tel Aviv en la intersección de Abbasiyah, en el distrito de Tiro.
Más tarde en la noche, el movimiento libanés disparó una salva de cohetes hacia la referida base Sahel en el cuartel de Beit Hillel, en repulsa por el bombardeo enemigo contra el poblado de Blida.
Como parte del frente de apoyo a Gaza, la Resistencia golpeó antes con aviones no tripulados suicidas el despliegue de soldados israelíes recién establecido en el norte de Abirim.
Los combatientes de Hizbulah destruyeron los equipos de espionaje en el sitio de Metula y sus misiles impactaron una concentración de uniformados en el bosque de Shetula.
En otros ataques, la Resistencia notificó el lanzamiento de misiles a la posición de Al-Baghdadi y la base de Zibdin, en las granjas libanesas ocupadas de Shebaa, así como el disparo de cohetes al sitio de Al-Ramtha en las colinas de Kfar Shuba.
Las acciones de Hizbulah ocurrieron en el contexto de la visita a Beirut del principal enviado de Estados Unidos, Amos Hochstein, quien dialogó con funcionarios libaneses con el pretexto de evitar el estallido de una guerra total en el país y la región.
Washington e Israel están actualmente en un estado de gran expectación por la represalia de Hizbulah e Irán a los asesinatos israelíes contra líderes de la Resistencia en Beirut y Teherán el mes pasado.
Hochstein realizó numerosas visitas a Líbano desde el inicio de la confrontación en octubre pasado en un esfuerzo por impulsar la desescalada en la frontera sur, pero la Resistencia libanesa insistió en no detener sus operaciones contra las posiciones militares israelíes hasta alcanzar un alto al fuego en Gaza.
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