Durante una conferencia de prensa, el jefe del Ejecutivo nipón aseguró que el primer paso más obvio para demostrar al pueblo una renovación en el PLD es su renuncia a continuar como líder de la organización.
Esta entidad ha gobernado en el país casi sin interrupción desde 1945, pues el jefe del principal partido –por tradición- ejerce también de primer ministro.
Como el PLD efectuará sus primarias a fines del próximo septiembre, Kishida comunicó la decisión de entregar la presidencia y promover un cambio.
A lo largo de tres años de mandato, la popularidad del actual primer ministro se ha visto resentida por escándalos políticos y una crisis económica que repercute en aumentos del costo de la vida.
Kishida enfatizó que, con su renuncia, busca asumir la responsabilidad y recuperar la confianza del pueblo.
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