La agencia estatal de noticias ACNC publicó hoy un artículo sobre las acotaciones que al respecto hizo el primer ministro Fumio Kishida en una ceremonia por el aniversario del bombardeo atómico a las ciudades de Hiroshima y Nagasaki.
En esa ocasión Kishida aseveró que, como único país víctima de armas nucleares, Japón trabaja infatigablemente por un mundo sin esa terrible amenaza.
ACNC comentó que, empero, Tokio alberga una agenda oculta en el asunto porque amén de estar en capacidad de fabricar armas nucleares, “busca una justificación y un espacio para legitimar esta capacidad”.
Los tres principios antinucleares son una resolución parlamentaria que ha guiado la política sobre armamento nuclear de Japón desde fines de la década de 1960, como reflejo del sentir de la población tras la Segunda Guerra Mundial.
Pero según la agencia esa fue solo una artimaña del entonces premier nipón Eisaku Sato “para disimular las ambiciones nucleares” del país.
Como prueba, recuerda que en 1969 en la residencia de Sato fue encontrado un acuerdo “supersecreto” con Estados Unidos sobre los designios nucleares de Tokio.
Japón viene persiguiendo obstinadamente el objetivo de dotarse de armamento nuclear escudándose tras los señalados principios, subrayó ACNC.
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