Tras casi 16 meses de conflicto, más de la mitad de la población sudanesa enfrenta hambre aguda, mientras que 14 zonas podrían ser declaradas en riesgo de hambruna en los próximos meses.
El más reciente Informe del Índice de Clasificación Integrada de la ONU advirtió por la falta extrema de alimentos en particular al norte de Darfur, donde la guerra mantiene a los sudaneses en la clasificación más alta de inseguridad alimentaria.
La población de la zona padece condiciones de hambruna o de la Fase cinco del Índice, lo que significa que al menos una de cada cinco personas o familias vive con falta extrema de alimentos, inanición o en la indigencia.
En ese contexto, la ONU reclama más acceso humanitario y respeto para los derechos de los civiles.
Esta semana, el secretario general del organismo, António Guterres, urgió al diálogo político, mientras se agrava la situación de la población en El Fasher, capital del estado de Darfur.
El titular alertó de las consecuencias devastadoras de las hostilidades, al tiempo que llamó a cumplir las obligaciones de las partes en virtud del derecho internacional humanitario de proteger y permitir el paso seguro de los civiles y facilitar un acceso humanitario rápido y sin obstáculos.
De acuerdo con el alto representante, el diálogo político es la única vía para llegar a una solución negociada.
Además de ese escenario, el Consejo revisará la evolución política y de la seguridad, la situación humanitaria y de derechos humanos, junto a los progresos realizados en la ejecución del mandato de la Misión de la ONU en Sudán del Sur entre el 16 de febrero y el 15 de julio de 2024.
Cuestiones como las venideras elecciones previstas para diciembre de este año y el limitado progreso en la puesta en marcha de instituciones electorales y políticas clave, o el impacto de la guerra sudanesa en la nación contigua también estarán en la agenda.
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