La cartera confirmó la falsa alarma tras recibir un análisis de PCR del Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud, que descartó la aparición en el país del virus, propagado por Estados de la región como Bolivia, Brasil, Colombia y Perú.
El Ministerio de Salud anunció el lunes la elaboración de un plan de respuesta para evitar que esa afección sea transmitida desde dichas naciones suramericanas afectadas por la enfermedad, “parecida al dengue, pero más benigna”.
La nación centroamericana “inició preparativos ante la posibilidad de introducción del virus”, reafirma un reporte de esa cartera, que incluyó, por primera vez en su boletín semanal de vigilancia epidemiológica, a este virus cuya propagación “causó alerta en la Organización Panamericana de la Salud”.
Según esas fuentes, la enfermedad es de la familia Peribunyaviridae, su principal síntoma es la fiebre del oropouche y el virus que la causa fue aislado por primera vez en 1955 en Trinidad y Tobago durante un brote y, posteriormente, en 1960, fue identificado en Brasil en un análisis a un oso perezoso.
El oropouche –explica el Ministerio de Salud- es transmitido a los humanos principalmente a través de la picadura del mosquito Culicoides paraensis (también conocido como jején, purruja o mosquito de la arena); así como el Culex quinquefasciatus, que habita ampliamente en el país.
De acuerdo con estudios, la enfermedad se caracteriza por síntomas similares a los del dengue, como fiebre alta, cefalea, mialgias y artralgias, lo que hace esencial una diferenciación diagnóstica precisa, la cual puede confirmarse mediante pruebas de laboratorio.
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