De los 60, 30 cadáveres fueron liberados para las familias. La mayoría resultaron reconocidos mediante huellas digitales y otros medios, como radiografías, exámenes odontológicos de arcadas dentales y tatuajes.
Más de 40 médicos, personal de odontología legal, antropología y radiología trabajan en la identificación de los cuerpos de las víctimas de la tragedia, con el apoyo de equipos del Instituto de Identificación Ricardo Gumbleton Daunt.
Expertos de la Policía Federal también participan en el proceso de caracterización, además en la pericia del lugar.
Los restos del avión, modelo ATR-72, se agrupan y llevan a la sede de la empresa Voepass, responsable del aparato, en el municipio Ribeirão Preto, en el interior del estado.
VoePass informó que almacenará el material hasta que todas las familias sean indemnizadas.
Parientes de las víctimas identificadas organizaron los trámites para sus ceremonias de despedida en sus ciudades. De las 62 personas a bordo del ATR-72, al menos 34 vivían en el sureño estado de Paraná.
Las policías Federal y Civil también indagan por separado las causas y responsabilidades del accidente.
Según expertos escuchados por el portal G1, quienes vieron videos del momento en que el avión se estrelló, entre las hipótesis para explicar el desplome está la posibilidad de que las alas hayan quedado cubiertas por hielo durante el vuelo, causando inestabilidad y caída.
Por el momento, el Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos (Cenipa) indica en el informe inicial que el aparato, «en el trayecto entre Cascavel (estado de Paraná) y Guarulhos (Sao Paulo), perdió altura repentinamente y se estrelló contra el suelo».
Tales datos afloraron después de la realización de un peritaje en el lugar, en el cual el avión cayó.
El Cenipa es un órgano central del Sistema de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos, autoridad brasileña responsable de la realización de investigaciones de sucesos aeronáuticos, y perteneciente a la Fuerza Aérea Brasileña.
La acción inicial ocurre cuando se recoge la primera información que puede justificar el motivo de la caída.
De acuerdo con el Cenipa, la conclusión de la investigación «tendrá el menor plazo posible, dependiendo siempre de la complejidad del suceso». El informe preliminar debe ser publicado en 30 días.
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