Desde el comienzo del conflicto entre las Fuerzas Armadas Sudanesa y las Fuerzas de Apoyo Rápido, más de 110 escuelas y hospitales han sido atacados, aseguró en un comunicado Sheldon Yett, representante de Unicef en el país africano.
Las agresiones, agregó, han matado y herido a miles de niños al tiempo que los perturban y privan de su educación.
Esta semana, el Fondo para la Infancia denunció la muerte de cinco menores tras un bombardeo contra una escuela y un mercado en la ciudad de El Obeid, en el estado de Kordofán, que dejó otros 20 heridos.
Pocas jornadas antes, otro proyectil impactó en un espacio para niños apoyado por Unicef en Al Hattana, estado de Jartum, matando a dos menores e hiriendo al menos a otros ocho.
Yett recordó que las escuelas han permanecido cerradas durante más de un año a causa de la guerra, por lo que más de 17 millones de niños en edad escolar permanecen sin acceso a una educación segura.
Los pocos centros parcialmente abiertos se utilizan como refugios para desplazados internos.
En 2024, Unicef registró un aumento de cinco veces en las violaciones graves contra los niños en comparación con dos años antes.
La Agencia reiteró a las partes la necesidad de poner fin a sus ataques a las instalaciones e infraestructuras civiles y proteger a la población infantil de acuerdo con sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario.
“Las escuelas ofrecen a los niños de este país devastado por la guerra la oportunidad de aprender, jugar con sus amigos y ayudarlos a sobrellevar el trauma”, señaló al respecto el representante de Unicef.
lam/ebr
