De acuerdo con la Agencia Nacional de Noticias, la agresión israelí ocurrió en la madrugada y tuvo como objetivo una fábrica de cemento en la zona industrial de la aldea de Wadi Kfour.
El Centro de Operaciones de Emergencia del Ministerio de Salud confirmó que la mayoría de las víctimas eran refugiados y trabajadores sirios, y varios niños resultaron lesionados.
La acción criminal ocurrió mientras Israel ejecutaba vuelos de reconocimiento con aviones no tripulados en el sur del país, sobre las ciudades y aldeas de Tiro, Bazourieh y Qadmus.
Imágenes divulgadas en redes sociales mostraron la magnitud de los daños causados por la hostilidad israelí en la zona industrial de Wadi Kfour, en el distrito sureño de Nabatieh.
En su persistente agresión, la artillería de Tel Aviv apuntó en la mañana al área de Khallet Warda en las afueras de la ciudad de Aita al-Shaab, a la aldea de Markaba y Kounine, así como a la zona entre Haddatha y AT-Tiri.
Ayer, los aviones de guerra israelíes bombardearon los poblados de Maroun al-Ras, Hanine, Aitaroun, Kafr Kila, Khiam y Aita al-Shaab.
En tanto, los equipos de extinción de incendios trabajaron para apagar el fuego que ocurrió tras el bombardeo israelí al poblado de Bint Jbeil, en el sur, precisó el canal panárabe Al Mayadeen.
Las agresiones de Israel continúan en medio de la gira diplomática occidental y árabe a Líbano ante el temor a una confrontación total en la región.
El ente israelí y su aliado estadounidense están actualmente en un estado de gran expectación por la represalia de la Resistencia de Líbano (Hizbulah) e Irán a los asesinatos sionistas en Beirut y Teherán el mes pasado.
La masacre israelí de este sábado contra Líbano sucedió después de que las conversaciones de alto al fuego en Doha fueron detenidas y los negociadores anunciaran el regreso la semana próxima.
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