Moya, subcampeón del orbe en Helsinki 2005, se elevó hasta los 1.85 metros para compartir el tercer lugar con el húngaro Napoleon Papp, en la categoría de más de 40 años de edad.
«Me siento muy contento con esta experiencia. Es una medalla mundial que no solo es para mí, es para toda la pequeña delegación cubana que participa en este certamen», declaró el atleta a los medios locales.
El checo Ladislav Urban sobrepasó la varilla a 1.90 metros y se colgó en el pecho el metal dorado, mientras que el local Andreas Leveau se llevó la plata con el mismo registro pero con más intentos.
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