El régimen israelí vuelve a cometer un nuevo crimen al bombardear deliberadamente un edificio residencial en el que vivía una familia siria, lo que provocó la muerte de todos sus miembros, incluidos una mujer y varios niños, denunció una declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Agregó que la “entidad racista y sionista escaló su genocidio a pesar de las voces que se alzan cada vez más por parte de las fuerzas libres del mundo para exigir que se frene el genocidio en Gaza y otros territorios palestinos y árabes”.
Ha quedado claro que el terrorismo israelí no tiene límites, y sus prácticas criminales han desvelado la verdadera naturaleza de Israel y los crímenes que ha estado cometiendo desde su creación hasta la fecha, puntualizó el comunicado de la Cancillería.
Indicó que este crimen como los anteriores cometidos por Israel viola flagrantemente las convenciones y leyes internacionales, y la soberanía e integridad territorial del Líbano, y amenaza la paz y la seguridad en la región.
El Ministerio ratificó la solidaridad de Damasco con el Líbano y con las familias de las víctimas, y su apoyo al hermano pueblo libanés en su enfrentamiento a la agresión constante de Israel.
Al menos 10 civiles, la mayoría de ellos sirios, perdieron la vida y otros cinco resultaron heridos, en ataque aéreo israelí hoy contra un edificio residencial en la zona de Wadi Al-Kfour en la región de Nabatieh, en el sur del Líbano.
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