Después de muchos años alejada de la gran pantalla, este ha sido un reencuentro feliz, declaró la artista en una entrevista con Prensa Latina y ofreció breves adelantos sobre su personaje de Maritza en esta nueva producción.
A Chijona no le puedo decir que no porque siempre habrá un buen resultado, un ambiente de trabajo encantador y de gran aprendizaje, por eso cuando en el 2019 me comentó por primera vez del proyecto enseguida le contesté: tú sabes que siempre te voy a responder que sí, recalcó.
En estos días de rodaje la he pasado de maravillas, tuve la fortuna de volver a filmar escenas con Isabel Santos, de trabajar con Osvaldo Doimeadiós, con Héctor Noas y con mi eterno compañero Vladimir Cruz, detalló.
La película también tiene un excelente equipo técnico, lleno de personas talentosas y comprometidas, destacó la actriz.
Volver al cine ha sido una felicidad enorme para mí, a veces los reencuentros pueden tener un tono triste o nostálgico, pero este ha sido muy bonito, cambió mi vida totalmente, dijo.
Para mí ha sido una fiesta el reencuentro con el cine, con Cuba, con su belleza, con el mar, con mi familia, con mis amigos, con mis vecinos…”
A Maritza la asumí con mucha madurez, independientemente de haber estado lejos del trabajo cinematográfico, pues en México solo he hecho teatro, pero hay algo que se va asentando dentro de tu ser, eso no se cura, no se quita, lo que bien se aprende nunca se olvida, expresó Valdés.
Si Carla Pérez, en la película Nada, me resultó fácil porque tenía tanto que ver con mi persona, Maritza no tiene prácticamente nada que ver conmigo y pese a ello pude encontrar rápido los recursos y los elementos para asumir la piel de este personaje y lo he disfrutado mucho, señaló.
“La edad tiene esa ventaja, nos da una madurez física y psicológica que nos permite abordar los personajes con más tranquilidad, con más seguridad.”
Además, es un placer regresar al cine nuevamente con Chijona, a quien conozco desde inicios de la década de 1990 y a quien quiero muchísimo.
Cuando él me invitó a hacer la cinta Adorables mentiras, ya tenía un elenco de actores muy sólidos, como Isabel Santos y Luis Alberto García, Jorge Cao, Alicia Bustamante… Entonces yo era la joven actriz que estaba en sus inicios y creamos una confianza mutua, rememoró.
Después de esa experiencia, vino Un paraíso bajo las estrellas, que Chijona le propuso en el año 1994 cuando estaban en Nueva York, a donde fueron juntos a una muestra de cine.
Cuando le explicó que se trataba de una película musical, Thais le dijo enseguida que sí, aunque le parecía un reto inmenso hacer el personaje protagónico de Sissy.
El proyecto estuvo un tiempo en pausa esperando financiamiento y pensé que tal vez en ese periodo él podría buscar una mejor actriz para la película, alguien que cante y baile, tal vez una Beatriz Valdés, recordó.
“Pero él siguió confiando en mí y así entramos en esa gran aventura que fue Un paraíso bajo las estrellas, él me acompañó diariamente al Cabaret Tropicana a tomar mis clases, a los ensayos, y se fue creando una gran complicidad y un gran afecto entre nosotros.”
Luego me distancié del cine y me fui a México, donde he hecho teatro y retomé mi pasión por la enseñanza, contó.
Volver a Cuba para hacer cine ha sido muy bonito, resaltó, desde que llegué al aeropuerto me impresionó la calurosa acogida del público, las personas me han dado tanto cariño y amor.
En esta oportunidad, con La fiesta, Chijona tiene entre manos una película que muestra cómo la ambición de los seres humanos convierte una alegre reunión familiar en una tragedia inesperada.
Thais Valdés, graduada en 1985 de la Escuela Nacional de Instructores de Arte en La Habana, ha desempeñado papeles protagónicos en algunas de las producciones más destacadas del cine cubano actual.
Películas como Plaff o demasiado miedo a la vida, de Juan Carlos Tabío; Adorables mentiras, de Gerardo Chijona; Alicia en el Pueblo de las Maravillas, de Daniel Díaz; y Nada, de Juan Carlos Cremata, son muy recordadas por el público cubano que no olvida su rostro ni su calidez.
ro/ifb
