El incremento de ese delito digital es exponencial desde 2019, de casi un 100 por ciento, al subir de 449 causas ese año a 950 en 2023, precisó Esteban Aguilar, de la Unidad de Cibercrimen del Ministerio Público, citado por el canal Teletica.
Este tipo de suplantación –añadió- toma forma tanto en personas físicas, jurídicas, como en marcas comerciales a través de internet, sitios web o medios electrónicos, y constituye ahora el segundo de mayor aumento en el país, solo superado por la estafa informática.
«Recibimos muchas denuncias –explicó el fiscal- sobre perfiles falsos contra personas que se exponen a penas de uno a tres años de prisión. Ahora que hay mucha gente joven en redes sociales, deben aprender a comportarse, porque, si realizan un acto de esos, tendrán una consecuencia».
Aguilar citó como ejemplo de esa figura delictiva la acusación por su organismo contra un individuo de apellido Valverde, sospechoso de cometer los delitos de suplantación de identidad y violación de comunicaciones contra su propia exnovia.
El sujeto accedió a las redes sociales de ella porque conocía las contraseñas de sus perfiles personales y, entre el 21 y 31 de octubre de 2022, fingió ser la mujer y realizó 38 publicaciones bajo su identidad, cambiando los nombres de los perfiles y accediendo a conversaciones privadas, detalló el funcionario.
Aguilar subrayó que aquel fue el primer caso en el que la Fiscalía presentó una acusación formal por suplantación de identidad (delito tipificado en el artículo 230 del Código Penal), mientras la solicitud de juicio fue remitida al Juzgado Penal de la provincia central de Cartago, donde será la audiencia preliminar.
El fiscal llamó en nombre de su Unidad de Cibercrimen a evitar la comisión de estos actos delictivos y “a ser conscientes de las consecuencias legales que pueden derivarse de suplantar la identidad de otra persona en plataformas digitales”.
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