La convención nacional del PC dio el visto bueno a Ándres Ojeda y a Robert Silva, en los roles de candidatos a la presidencia y vicepresidencia para los comicios del 27 de octubre.
Ojeda, joven abogado con resultados judiciales, remeció la elección interna colorada de junio último, donde se impuso a fuerza de impactos en redes sociales y recursos que al parecer no alcanzaron rivales con pulso tradicional en esa tolda política.
Ojeda tiene en esta capital fuerte propaganda sobre todo a nivel de carteles con su imagen en avenidas principales, un esfuerzo que, al menos a estas alturas, no despliega el candidato Álvaro Delgado, ex secretario de la Presidencia y la carta a la que apuesta el Partido Nacional, del presidente Luis Lacalle Pou.
Pero el nominado por los colorados sabe que no puede suplantar a Delgado como el principal oponente del FA, amén de sus carteles personles que le anuncian, desde la salida del aeropuerto de Carrasco, como el próximo presidente uruguayo.
Tal campaña tiene ganancias para el PC, pero no parece bastarle para competir con el candidato del oficialista Partido Nacional.
En tales pronósticos el próximo gobierno uruguayo podría decidirse en la presidencia entre Yamandú Orsi (Frente Amplio) y Álvaro Delgado (con el apoyo de la actual coalición de Gobierno.
Se aventura una batalla cerrada a estas alturas por la presidencia de la República y por la composición del Parlamento.
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