Durante la homilía, celebrada también por el inicio del segundo mandato presidencial, el arzobispo Héctor Rafael Rodríguez instó a los dominicanos a restablecer el orgullo por su país y la defensa de la patria, la libertad, la transparencia, la democracia y el trabajo.
Sostuvo que «la Restauración de la República fue la reafirmación de un país libre de toda potencia extranjera», en tanto reconoció la valentía de los protagonistas de la campaña heroica en 1863.
Previo al tedeum, el mandatario y la vicepresidenta presidieron el acto de develamiento de una tarja conmemorativa al primer cementerio de Santiago de los Caballeros que, a decir del historiador Edwin Espinal, contribuye a la memoria histórica de la ciudad norteña.
Abinader, quien este fin de semana cumplió una amplia agenda en este territorio, tomó juramento el viernes último ante representantes de unos 80 países y una veintena de organismos internacionales.
El 16 de agosto de 1863 un grupo de dominicanos liderados por Santiago Rodríguez, izaron la bandera nacional en el Cerro de Capotillo, en la provincia de Dajabón.
Este acto, conocido como el «Grito de Capotillo», marcó el inicio de la Guerra de la Restauración, una lucha por recuperar la independencia nacional que había sido arrebatada por España tan solo unos años antes.
Tras la anexión a España en 1861, el pueblo se levantó en armas para defender su soberanía. La guerra se extendió dos años hasta que el 1 de marzo de 1865 esa nación reconoció la independencia de la República Dominicana.
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